lunes, 2 de junio de 2008

EXAGERACIÓN

No me gustan las películas exageradamente lacrimógenas. La vida es lo suficientemente dura de por sí como para ayudar al drama elevando su nivel de forma artificial. Eso es lo que ocurre en "The Savages". Los últimos meses de la vida de un anciano con demencia senil y por todo lo que tienen que pasar sus dos hijos se nos presentan como un infierno irreal en el que más de una vez el espectador piensa "¿y por qué hacen eso así?". Se trata de arrancar la lágrima sea como sea: todos son unos desgraciados. El padre nunca ha querido a sus hijos, sus hijastros le venden la casa, la hija tiene un amante que no le gusta, el hijo se siente un fracasado...todo se conjuga para que la película resulte opresiva y agobiante. Algo que no consigue la historia que cansa y aburre a partes iguales.
Y lo peor es el final a la americana: con esfuerzo se consigue triunfar. ¡Hala qué bonito!

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