Desde que me fascinó "Pulp fiction" -para mi uno de los mejores guiones de todos los tiempos-, he procurado seguir a Tarantino con devoción. Y casi nunca me he arrepentido de ver su cine. A pesar de que nunca ha superado ni "Pulp fiction" ni "Reservoir dogs".
Su nueva cinta "Inglorious basterds" no tiene buenas críticas y es cierto que tras verla no se te queda ese "regustillo" tan típico del buen cine. Los "Basterds" de Tarantino están bastante descafeinados. La sangría que en algunos puntos se produce en pantalla no es suficiente para generar el clima que el cine del director americano muestra en la mayor parte de sus obras. Parece más bien encajada con calzador para que no olvidemos de quien es la película que estamos viendo. "Inglorious basterds" es una historia corta alargada de forma artificial y los preparativos para el clímax aburren muchas veces en lugar de ejercer su función de preparación para el momento cumbre. Me parece a mi que el director tuvo la idea principal y la fue adornando hasta conseguir el metraje adecuado. O sea: una mala forma de escribir un guión.
Por todo esto y a pesar de que en algunos momentos es puro Tarantino, esta "Inglorious basterds" es un trabajo menor, una película que aunque no está mal, hace aguas en muchos momentos y termina teniendo demasiados altibajos como para darle una buena calificación.
Eso sí, a pesar de sus errores, Tarantino sigue estando a años luz del cine comercialoide e idiota que nos invade.
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