
No soy nada fan de Roland Emmerich. Ni me gustó su "Independence Day" ni su "El día de mañana", ni su "Godzilla"... pero "10.000" me ha entretenido.
Entendámonos: no es una gran película, ni siquiera una "buena" película. Pero al menos no haya las tonterías de guión a las que me tenía acostumbrado y exceptuando un par de mamarrachadas el resto es bastante coherente.
Es "10.000" un cruce entre "El guía del desfiladero" y "Apocalypto". Con esto ya os podéis imaginar que el guión no es muy original. Dos guapetes predestinados por una profecía, un rapto y el consiguiente rescate espectacular. No hay más.
Emmerich gusta de la espectacularidad y es lo que mejor se le da. Cualquier excusa es buena para planos generales y lo cierto es que se disfrutan en una película de aventuras como es "10.000".
También es cierto que en algunos momentos aburre bastante y que algunos de los recursos para mantener la historia están en el límite de la carcajada -genial el rescate del dientes de sable-.
"10.000" es para que los chavalitos -pequeños, que a los adolescentes no les molaría- pasen un rato entretenido, es como una peli de tarzán de las de antes: sin complicaciones y bastante bien hecha. Para un aprobadillo raspado.
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