sábado, 25 de abril de 2009

KUSTURICA BY KUSTURICA


"Maradona por Kusturica" es un documental sobre el astro del fútbol que me habían recomendado y que no me ha gustado nada. ¿Motivos? Kusturica ha tardado 2 años que desde luego no le han lucido; Maradona, como tal, aparece en una confusa vorágine de imágenes en loor de multitudes y habla durante 10 minutos -más o menos- respondiendo a 4 -quizás 5- preguntas del director. Aparte de eso nada más que goles e imágenes sin sentido de todo lo que rodea al campeón argentino acompañadas por la música multicultural de Kusturica (supongo que para hacerse un poquito de promoción que los tiempos son duros y hay que vender discos).
No se puede hacer un documental en el que el director aparezca más tiempo que el "documentado", en el que parezca que esos 2 años han consistido en irse de paseo con Maradona y en el que, como ejemplo grave, salgan los "cultos" de la Iglesia Maradoniana y no se haga ni responda a una sola pregunta sobre tan peculiar evento.
Y poco más se hace sobre la droga: Maradona dice que le remuerde mucho la conciencia...y ya está, ni cuenta el cómo, ni el porqué, ni nada más. Tampoco habla de su estancia en España.
Los 90 minutos del documental podrían dividirse, a ojo de buen cubero, de la siguiente forma: 15 minutos Maradona hablando, 15 minutos de locución de Kusturica, 15 minutos de Kusturica tocando su música, 15 minutos de Maradona cantando, 20 minutos de goles de Maradona, 25 minutos de imágenes de archivo de Maradona viajando por el mundo. Todo ello sin orden cronológico excepto por algún rótulo con indicación de fecha y mientras vemos a Maradona adelgazando y engordando cada 5 minutos por arte de magia.
Cuando eres un personaje como Kusturica -como ejemplo me valdría también Michael Moore- resulta difícil hacer un documental en el que las auténticas protagonistas sean las imágenes y no el director. Moore siempre se mantiene en tierra de nadie en sus películas y aunque algunas veces cae sobre el lado que no debe, en general, se muestra equilibrado entre su personalidad y la importancia de lo que cuenta. Kusturica no sólo cae en el lado oscuro sino que se recrea y refocila mientras el espectador se aburre soberanamente esperando que le cuenten algo interesante que nunca llega.
"Maradona por Kusturica" parece un vídeo que han filmado dos amiguetes y que luego cuelgan en "yutube". Ni más ni menos. Por cierto, el Sr. Kusturica también aprovecha el metraje para poner imágenes de sus películas que no se sabe muy bien el por qué vienen a cuento: que Maradona sube en un tren, pues pongo unas imagencitas de mi película que transcurren en un tren. Lamentable.
Y buscando una imagen, he descubierto, que no soy el único al que le pareció un empacho de Kusturica. (Enlace en inglés).

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