
"Departures" no es de ningún modo y a pesar de su temática una película triste -aunque en algunos momentos parece estar hecha para la lágrima fácil- sino que se mantiene en un tono tragicómico bastante comedido. Esta es quizás la mayor virtud del guión y del director: impedir que una temática tan peculiar se les fuera de las manos. Es cierto que hay secuencias es las que resulta difícil no tomar el camino de la sensiblería y son por supuesto las más flojas de una película que me ha parecido llena de altibajos. Tiene buenos momentos y otros bastante malos, como por ejemplo: ¿un videoclip en mitad del metraje? (si la véis descubriréis de lo que hablo).
Ese tipo de recursos me parecen bastante "facilones" y "Departures" habría estado mejor con algo menos de duración y con algo menos de cursilería.
No me pareció una película para un Oscar. No he visto las demás candidatas y no puedo juzgar en consecuencia, pero esta cinta japonesa no pasa de ser una aceptable tragicomedia que se deja ver con facilidad, sin pedirle demasiado, y que no aporta mucho a la historia del cine.
Para pasar un rato y poco más.
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