Si "Apocalypse Now" fue la película definitiva sobre Vietnam, "En tierra hostil" debería considerarse la película definitiva sobre Irak. Me gustan las películas bélicas -no soy para nada belicista, es tan sólo una debilidad- y lo paso realmente mal con ellas cuando son buenas. Es el mismo sentimiento que experimentan los fans del cine de terror, lo pasas mal pero lo disfrutas. Quizás sea algún extraño consejo que el psicoanálisis me descubrirá algún día. Pero desde luego, me gusta el género.
"En tierra hostil" me resultó una mezcla de documental a lo "Generation kill" con toques de "La chaqueta metálica" y "Apocalypse now". De la primera saca el modo de contar la historia, de la segunda se ahorra el proceso de lavado de cerebro de los marines, de la tercera el viaje mediático. Pero el resultado es el mismo: una tremenda carga de angustia. Historias de soldados engañados que no saben que van a hacer pero que cumplen con su deber, caras de iraquíes que no entienden que es lo que ocurre. No es "En tierra hostil" una crítica furibunda a la invasión de Irak, no se cuestiona, se sobreentiende la desesperación de los soldados que no entienden porqué les odian los iraquíes. Esa crítica es quizás lo único que se echa en falta en la película, pero tampoco es necesaria porque se ve la acción desde el punto de vista de la tropa, no hace falta más para juzgar a los que fueron capaces de mandarles allí para luchar en una guerra que no era la suya.
"En tierra hostil" es una gran película que te pone el corazón en un puño. Se va a llevar unos cuantos Oscars.
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